Inteligencia Artificial y Justicia: Reflexiones Tras el Webinar del ECN

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"La Violencia de Género, la Protección de Menores y los Desafíos Jurídicos Asociados al Uso de Nuevas Tecnologías"

Hoy asistí al Webinar #10/2025 del European Cyberjustice Network (ECN) sobre el uso de la inteligencia artificial en el ámbito judicial. Salgo de la sesión con una sensación ambivalente: por un lado, la IA tiene un enorme potencial para agilizar procesos y mejorar la gestión de la información en la justicia; por otro, los riesgos y desafíos que plantea siguen siendo difíciles de ignorar.

¿Herramienta o peligro?
Uno de los temas que más me hizo reflexionar fue el uso de la IA en la pericia judicial. Se presentaron casos donde el análisis automatizado de datos puede ayudar a los tribunales a tomar decisiones más fundamentadas. Sin embargo, me sigo preguntando: ¿hasta qué punto podemos depender de una máquina para evaluar pruebas o determinar la credibilidad de un testimonio?

La IA puede aportar velocidad, pero la justicia no siempre debe ser rápida: debe ser justa. Y aquí entra la cuestión de la transparencia y el control. ¿Quién audita los algoritmos? ¿Cómo garantizamos que sus decisiones no sean sesgadas? Me preocupa que delegar en una IA pueda convertirse en un atajo que elimine el análisis crítico de cada caso.

El papel del abogado en esta era digital
Hoy se habló mucho del potencial de la IA como un apoyo para expertos y abogados. Y sí, creo que debemos aprovechar sus ventajas, pero sin perder de vista que el ejercicio de la abogacía es, ante todo, humano.

En mi experiencia, cada caso es único y está lleno de matices que no se pueden reducir a patrones matemáticos. ¿Cómo puede una IA captar el miedo de un solicitante de asilo, la angustia de una madre en un caso de protección internacional o la desesperación de alguien que enfrenta una expulsión injusta? El derecho es más que datos y normas: es vida, historia y humanidad.

¿Qué sigue?
Este webinar me deja claro que el debate sobre la IA en la justicia apenas comienza. La pregunta no es si se implementará, sino cómo y bajo qué garantías.

Creo que como abogada tengo la responsabilidad de mantenerme informada y de alzar la voz cuando la tecnología amenace con desdibujar los derechos fundamentales. No se trata de rechazar el avance, sino de asegurarnos de que las herramientas digitales sean aliadas y no obstáculos para la justicia.

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